Sunday, December 27, 2009

rutas hacia el cielo.

admiro con ternura los vértices de mi cocina
fríos y familiares me circundan en un movimiento simple
cuidadosamente me desplazo de un lado a otro,
veo el refrigerador: blanco y alto cual montaña alberga la fuente de nuestra alimentación,
ávidamente esquivo las botellas de vino, de pie en el cerámico piso
y me acerco a la ventana: delicada y cristalina, nos hace creer que no existe,
pero está ahí, observando cada paso que demos dentro y fuera del hogar.
fuera.
mi generoso jardín, cubierto de pasto digno enredado con malezas y flora sucia
se extiende de raíz a punta, de un extremo a otro,
abrigando a cada árbol y a cada capullo floral en lo que parece un mar de escena verde
debiéndole la vida a la ancestral tierra que escurre boca abajo a una sosegada velocidad.
y el tejado nuestro, a veces multicolor y espléndido nos ha contemplado,
y nosotros a él desde nuestra creación: completamente azul en época estival y quebrado en los equinoccios; a veces oculto nube tras nube engañando a nuestros sentidos con otros colores al anochecer, así su metamorfosis es perfectamente contínua: la añil y helada prenda se torna en un bruno vestido rebosante de luces, desconocidas todas, que se reservan la verdad y el misterio de lo que realmente es la noche.

2 comments:

  1. Ohh simón, lejos una de las mejores cosas que te he leído.
    lo amé, sinceramente.
    me hiciste sentir que estaba contigo ahi sintiendo todo eso,
    ya que es esa la labor del escritor.
    hacer sentir

    un saludo, amigo
    nos vemos (L)

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  2. buena manera de describir un hogar
    manejas las palabras de manera atractiva
    :)

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