Wednesday, November 18, 2015

una tarde con flores amarillas

desorientado
y hartado en cólera
me niego a verter hielo
a mi eterna melancolía,
este alucinógeno
hijo de un sueño de verano
y el dulce sabor de la mentira,

una inclemente circunstancia
que me arrastra
del pasado al futuro
de tu voz hacia mi cuarto
de tu vida hacia la mía,
y viceversa.
mi cerebro se cala
de rebosante lluvia salada
me oxida cada fantasía
sólo para probar
su inmune naturaleza.

mi sobreviviente quimera
somete cada una de mis emociones
a su irremediable jerarquía;
sumergida está mi alma
en este racimo de flores nortinas
que me domina con su aroma a bruma
y enferma mi corazón:

cubro mi rostro con mis manos
y bajo una delgada sábana de lágrimas,
me rindo una vez más.

el doloroso alivio
que a mi espíritu le otorga el olvido
es lo que hoy me aferra
a la tierra de tus encantos;
y aunque hace vastos años
haya hervido tu imagen en mi mente,
el jarabe quemado
se vuelve a fundir
otra vez en mi espíritu
como un amargo placer,
para seguir ardiendo
tu firme semblante
por siempre en mis ojos,
por siempre tus ojos
por siempre verano,

mi eterna melancolía.

Friday, November 13, 2015

Puedo oír
como corre mi sangre,
hirviendo,
bajo el pulso del sol