Friday, March 16, 2012

génesis

Me sumerjo en el océano
para oír el sonido del cello
que ni la eternidad alcanza,
para tener aquella vida
que la tierra firme prohíbe.

O simplemente para nadar
en azul agua helada,
y sentir la libertad de mis sentidos
en el entumecedor impacto del mar.

Ahogado en mi propio oxígeno,
me precipito en los arpeggios:
muero una vez
y vuelvo a nacer.