Truenos en medio del verano.
Como si la tierna brisa fuese hurtada,
el pasto y el aire se tornaron azul.
Se puso frío:
mi espíritu se escondió a las siete.
Pese al anticipado ocaso, vive el tibio recuerdo
que atesora sus genuinas miradas
y glorioso afecto.
Diario de Laboratorio, día 37
4 years ago